La instalación de un toldo en un edificio de oficinas o dedicado al ámbito laboral es fundamental para el control de la entrada de luz en las mismas y propiciar así el ahorro energético. Pero esta no es la única ventaja que proporciona su presencia.
Conocer y mostrar todos los beneficios que aporta un toldo, una cortina o una persiana en el entorno laboral puede favorecer que el cliente aumente la confianza, tanto en la empresa de toldos que contrata para dicha instalación, como en el profesional que acude para ofrecerle el mejor servicio.
Diversos estudios confirman que la luz natural beneficia notablemente las condiciones laborales e incluso ayuda a aumentar la productividad. Pero es fundamental tener en cuenta una serie de conceptos que afectan a la seguridad laboral y que pueden cumplirse gracias a la instalación de un toldo o cortina:
- La luz no debe incidir de forma directa ni en el trabajador ni en pantallas de ordenadores u otros elementos que la reflejen, para evitar daños irreparables en la vista. Por ello, es altamente recomendable disponer de una cortina adaptada a cada espacio que se pueda regular manual o automáticamente desde el interior.
- La iluminación tiene que estar distribuida todo lo uniformemente que sea posible durante la jornada laboral para que no haya fatiga ocular y deben evitarse siempre contrastes bruscos de sombra y luz y contraluces. Cuando las circunstancias impiden que esto se realice cambiando las ubicaciones de los trabajadores o el mobiliario, se debe recurrir a una cortina o persiana interior o a un toldo exterior con los que controlar la luminosidad.
- Los toldos también son unos elementos imprescindibles cuando se trata de rebajar la transmisión térmica de los edificios. Es decir, su presencia en los edificios consigue aislarlos en el invierno y protegerlos de un exceso de temperatura en verano, lo que favorece un mejor ambiente dentro de los mismos.
Foto: Sansa Protección Solar