Por ello, la concejalía de Medio Ambiente de Málaga quiere poner en marcha una medida completamente innovadora a través de la cual que buscará reducir el impacto final del ruido en las personas.
Teniendo en cuenta los estudios realizados hasta el momento -que han demostrado el elevado número de decibelios que se alcanzan en las terrazas de todo tipo de locales de restauración-, la idea pasa por instalar toldos exteriores fabricados con materiales especialmente fonoabsorberntes.
Se trataría de crear modelos desmontables como los que existen actualmente –las ordenanzas municipales no permiten instalar pérgolas fijas-, que cumplan las funciones para las que han sido pensados, y que, además, permitan reducir la contaminación acústica.
Por otra parte, el Ayuntamiento también contempla la posibilidad de instar a que se emplee el mismo material con el que se fabriquen los nuevos toldos para tapizar las mesas y sillas de las terrazas. El objetivo final es el de eliminar el ruido de arrastre de estos elementos y que, según indican vecinos y fuentes oficiales, “es de los más molestos”.
El concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, ha explicado que la aplicación de ambas medidas podría llegar a reducir la emisión de ruido de estos locales hasta 3 decibelios. Una cifra que, al parecer, resulta especialmente valiosa por las noches.
Actualmente el Ayuntamiento se encuentra realizando las mediciones correspondientes con diferentes modelos de toldos. Posteriormente, y en función de los resultados que se obtengan, se empezará a valorar su instalación, ya que aún no se han planteado si deberá ser voluntaria por parte de los empresarios o si será necesario actualizar las ordenanzas de cara a las nuevas licencias.