Los toldos de piscinas han sido ideados para ayudar al resguardo y mantenimiento del agua de los vasos natatorios. En el mercado podemos elegir entre una gran variedad de toldos o lonas para piscinas, además de proveernos de distintos materiales en función de las necesidades que tengamos.
- Existen infinidad de tipos de toldos de piscinas, con características muy diferentes.
Dentro de la gama de toldos para piscinas los hay fijos o abatibles con armazones de fierro o metal; empero y los de punto recto son los más comunes. Estos toldos tienen un sistema de brazos frontales abatibles que puede estar reforzados por muelles para ejercer una mayor resistencia contra el viento.
Pero el mercado también nos permite escoger entre los de tipo cofre, que son de lona y sus brazos están protegidos por un cajón de aluminio, o los toldos de piscinas de tipo monobloc, montados sobre una barra cuadrada que le brinda una mayor resistencia a la tela porque se ubica de forma más tirante, perfectos para piscinas de grandes dimensiones.
Si queremos gozar de la mayor comodidad y funcionalidad en nuestros toldos para piscinas, pueden incluirse en su mayoría un motor para que sus funciones se vean superadas por la técnica.
- Instalación de tu toldo por un profesional
Una vez que hayamos elegido el toldo de piscina, debemos contactar a un técnico especializado para que no sólo realice la colocación del mismo sino también para que nos aconseje sobre su orientación.
Sólo un técnico en protección solar podrá darnos las mejores soluciones y ahorrará muchos gastos innecesarios de tiempo y dinero. Normalmente la propia empresa fabricante del toldo, tiene también entre sus servicios la instalación de los mismos.
- Elegir tu toldo
Los diversos tipos de toldos de piscinas pueden tener unas funciones similares pero esto no implica que su funcionamiento sea el mismo; desde Mundotoldos recomendamos pedir presupuesto y ver los distintos tipos de toldos que nos ofrecen las empresas antes de escoger uno en concreto.
Un ejemplo sobre una empresa de toldos que no debemos contratar, es aquella que trate de vendernos una lona dividida en varios elementos de forma parcheada. La lluvia y las inclemencias climatológicas acabarán por despegar la estructura y romper la lona, que quedará inútil.