La función principal de un toldo o pérgola es proteger un espacio determinado de la luz del sol directa y generar sombra, especialmente cuando, además, se trata de zonas con especial incidencia solar. Pero, ¿y si también protegiera de los rayos ultravioletas nocivos y se pudiera emplear para acumular energía?
Este fue el punto de partida de Büro North, un conocido diseñador australiano, para crear Solar Shade, un toldo que protege la piel de los rayos directos del sol y también dispone de cubiertas con células solares para acumular la luz y generar energía.
La iniciativa ha sido financiada por el gobierno australiano, dado el elevado número de casos de cáncer de piel que se producen en el país –las cifras determinan que uno de cada 30 niños desarrollará un melanoma en el futuro-.
Precisamente por ello, se ha decidido centrar su instalación en escuelas de educación primaria para, además, concienciar y educar a los más pequeños en la cultura de la protección medioambiental y de la importancia de protegerse de cara al futuro.
El innovador diseño consiste en grandes parasoles con células solares en la parte superior y ases en la parte inferior para que, como si de una sombrilla se tratase, pueda orientarse según la ubicación propia y la del sol para maximizar su eficiencia en todos los ámbitos.
De hecho, en su parte inferior se encuentran unos sistemas visuales que indican la cantidad de energía que captan las células solares, para que, si el toldo está correctamente orientado se encienda un led de color verde y, si no, el led que se vea sea de color rojo.
Su forma permite, además, que puedan agruparse varios Solar Shade para crear amplias zonas de sombra, según las necesidades de cada espacio y del propio cliente.
Imágenes: Büro North