Así, por ejemplo, entre los más frecuentes se encuentran:
Toldos para cubrir la maquinaria agrícola:
Proteger la maquinaria durante las épocas en las que no se utiliza, o en las que las temperaturas pueden ser extremas –tanto por frío como por calor- es fundamental para evitar su deterioro prematuro. Este tipo de lonas deben ser muy resistentes, completamente impermeables para que el agua no estropee las piezas y opacas para proteger la carrocería de los rayos UV. Pueden tener algún tipo de fijación mediante cintas para evitar que el viento las desplace.
Lonas para cubrir la carga durante el transporte:
Los camiones o remolques destinados a transportar productos agrícolas o ganaderos están obligados a circular siempre con la carga perfectamente cubierta y protegida con algún tipo de lona que evite su caída. Al estar muy expuestas tanto a condiciones climatológicas adversas como al trabajo propio de carga y descarga, deben estar fabricadas con materiales muy flexibles pero también impermeables –tanto en la capa interna como en la externa- y muy resistentes a todo tipo de desgarros o roturas.
Lonas para proteger los cultivos:
Se utilizan para cubrir estructuras a modo de invernaderos, para proteger alguna zona específica del cultivo o, incluso, una planta en concreto. Conviene que estén fabricadas con materiales impermeables en la capa exterior pero transpirables por el interior para evitar una condensación excesiva y la proliferación de plagas. También pueden incluirse dentro de este grupo las mallas corta-vientos, en las que se suele usar fibra de polietileno y bandas reforzadas para garantizar su fijación.
Silos agrícolas:
Se trata de grandes sacos fabricados con tejidos altamente resistentes e impermeables –normalmente poliéster- que se emplean para almacenar todo tipo de productos –desde semillas o cereales hasta abonos para los huertos o cualquier tipo de fertilizantes-. Suelen tener forma cono-cilíndrica y las medidas pueden variar según las necesidades del cliente, hasta el punto de crearlos como si fueran estructuras completamente portátiles.
Lonas de recolección:
Son las que se emplean en la recolección de diferentes frutos y es importante tener en cuenta que no pueden emplearse las mismas por ejemplo, en el caso de la aceituna o la vid, que en el de las nueces y las almendras. En general, deben estar fabricadas con materiales completamente inocuos y resistentes, pero suaves, para no dañar el fruto.