Esta estructura permite, por tanto, dos posiciones de fijación:
- Proyectada: Similar a la que presenta cualquier toldo de brazos extensibles que permita una salida de entre 40 y 50 centímetros desde la barandilla. Así se facilita la entrada de aire y la visión al exterior sin que haya una reflexión directa del sol.
- Vertical: Es la que define a un toldo de telón en su sentido más literal, es decir, dejando plegados los brazos en la guía inferior y ofreciendo la máxima protección contra el viento y la lluvia.
Y para garantizar la máxima resistencia en ambos casos, los fabricantes emplean para la estructura materiales como el acero inoxidable o el aluminio que, además, pueden lacarse para mejorar la estética. Por su parte, las lonas pueden presentarse en nylon y tejidos de última generación que también se personalizan en función de las necesidades y gustos del cliente.
Al igual que ocurre con otros modelos de toldos, el telón permite, por ejemplo, la instalación de un semicofre o un cofre en la parte superior que proteja la lona de la suciedad y las inclemencias meteorológicas cuando esté enrollada, lo que garantiza una mayor durabilidad de la misma.
También cabe la posibilidad de presentarlo con un sistema de motorización que puede ser accionado mediante un pulsador manual o por radio control para facilitar su extensión y recogida. También es compatible como los sistemas automáticos de células solares, detección de vientos, etc.