Hoy en día, las verandas son muy frecuentes en las casas de campo y en las viviendas unifamiliares dado que, su evolución y la aparición de nuevos diseños, tanto en las casas como en las galerías en sí, han favorecido una adaptabilidad a todos los entornos y espacios posibles.
Igualmente, la amplia variedad de materiales disponibles permiten fabricar todo tipo de estructuras. Así, la madera y el aluminio son los más empleados, por su resistencia, su ligereza, los acabados que ofrecen, y, por supuesto, porque permiten adaptarse a todos los bolsillos.
Por otra parte, y en los casos en los que se desea cerrar la veranda, para las coberturas superiores y laterales se sigue utilizando el vidrio, ya que protege el espacio de las posibles inclemencias meteorológicas adversas sin restarle luminosidad. Además, ofrece el mejor aislamiento térmico, lo que amplía los usos que se le pueden dar al porche durante todo el año.
Las empresas especializadas en la fabricación e instalación de toldos también han creado modelos especiales para verandas que, hoy por hoy, resultan ideales para cubrir todo tipo de lucernarios, claraboyas y acristalamientos diversos y poder disfrutar de los espacios durante mucho más tiempo.
Así, los tejidos pueden ser traslúcidos o completamente opacos pero garantizan siempre la máxima protección de los rayos UV, y su extensión suele realizarse mediante un sencillo sistema de guías que parten del cofre que lo protege cuando está recogido.